Guerra contra los Dragones

En el mundo medieval reinaban la oscuridad y el temor. El miedo al ataque de fuerzas inexplicables para los pueblos de Europa. Se declaró la Guerra contra los Dragones, seres tan reales como los osos o los lobos. Eran los heraldos del desastre mismo.

Historias de Guerra entre la humanidad y los Dragones

Las historias de la guerra entre la humanidad y los Dragones, se remontan a miles de años en el pasado. Surgen héroes legendarios para enfrentarse a ellos, pero no todas estas historias se cuentan como mitos. Algunos manuscritos medievales, hablan de Dragones volando sobre un monasterio aislado.

Una espada utilizada para matar un Dragón, sigue en el lugar de honor y un documento histórico, menciona la derrota de un monstruo a manos de un noble caballero. Duras batallas con monstruos son narradas como hechos reales. Para comprender la verdad, debemos sumergirnos en la guerra contra el Dragón.

La guerra contra el Dragón, fuego y furia

En el año 793 después de Cristo, una comunidad aislada de monjes vivía en Lindisfarne, una isla sagrada del norte de Inglaterra. En pocos días, la isla fue destruida a sangre y fuego por un despiadado ataque. Antes de la invasión, se mencionó la presencia de Dragones sobrevolando la isla. Sorprendentemente, la crónica anglosajona, registra este increíble evento.

Llegaron presagios odiosos a la tierra de Northumbria, que aterrorizaron al pueblo, inmensos rayos de luz que atravesaban el aire, remolinos y Dragones furiosos surcando el firmamento. Si el autor, creía que esas bestias habían volado sobre el monasterio de Lindisfarne, es esto una prueba de que los monjes eruditos y estudiosos creían de verdad en los Dragones. Los monjes conocían numerosas tradiciones sobre los Dragones, el mundo antiguo, estaba lleno de animales míticos.

Una de las leyendas más antiguas, es la de Tiamat, la diosa Dragón del antiguo Irak, a quien dio muerte el héroe babilonio Marduk, clavándole una lanza por la boca. Los bestiarios enciclopédicos medievales de animales, describen criaturas consideradas reales en la edad media, junto a los elefantes, osos y palomas hay Dragones.

Leyenda o realidad, Dragones del mundo medieval

Las leyendas sobre los Dragones, llegan desde el mundo antiguo hasta la Europa medieval. Los monjes que copian el evangelio en hermosos manuscritos iluminados, los ilustran con Dragones. Son el mayor depredador y hay que repelerlos en una guerra contra los Dragones. Monstruosas criaturas aladas, cubiertas de escamas, invulnerables garras con uñas afiladas como cuchillas. Descomunales colmillos en sus fauces. Algunos cazan por la noche como los vampiros y su arma más temible es el fuego que sale de sus bocas.

En la Inglaterra del siglo octavo, los Dragones no solo viven en las páginas del evangelio de Lindisfarne, los anglosajones, creían que eran reales.

En el cielo que los cubría y en la oscuridad que los rodeaba, casi nadie sabe leer y pocos llegan a viajar muy lejos de su aldea. Las noticias del mundo exterior se transmiten oralmente en historias contadas junto al fuego. La más famosa es la historia épica de Beowulf, un rey guerrero escandinavo. Un Dragón vengativo cree que uno de los siervos de Beowulf le a robado y arrasa el reino.

Beowulf sabe que debe enfrentarse al Dragón, sólo un vasallo leal, Huila, permanece a su lado. Aquel hombre estaba atenazado por el dolor. El Dragón no había arrasado la fortaleza, el bastión del pueblo. El rey guerrero, se prepara para la venganza.

Beowulf en la guerra contra los Dragones

En el poema épico, se describen las armas y armaduras utilizadas por Beowulf con gran detalle. Aunque el Dragón sea una criatura fantástica, las armas y las armaduras, son las que utilizaban los guerreros medievales. Esta armadura es una malla, está compuesta por miles de pequeños eslabones de hierro unidos para formar una cota resistente y flexible, capaz de desviar las flechas y lanzas. Para Beowulf, el escudo era fundamental, aunque los escudos tradicionales eran de madera de tiro. Beowulf necesita algo más resistente para enfrentarse al Dragón. Encargó al herrero un curioso escudo hecho totalmente de hierro, pues sabia que un escudo de madera de tilo no se resistiría las llamas.

La espada, la principal arma de Beowulf en la guerra contra los Dragones, era lo mejor para atravesar las escamas del Dragón, pero para usarla tenía que acercarse peligrosamente. Cada amanecer, el Dragón regresa a su guarida donde oculta su tesoro. Beowulf sabe que debe encontrar al monstruo y matarlo antes del atardecer, cuando el monstruo volverá a hacer que llueva fuego. Los Dragones, estaban considerados como los guardianes de estos túmulos prehistóricos, donde se creía que era seguro que guardaban sus tesoros. El Dragón de Beowulf, representa la prohibición de saquear esos yacimientos.

Poema épico sobre la guerra contra los Dragones

En el poema épico, el Dragón vive en un túmulo subterráneo, como el de Westn en el sur de Inglaterra. Este es un túmulo neolítico, pero los sajones siguieron creando túmulos con tesoros funerarios hasta el siglo octavo. El poema describe el túmulo, había incontables tesoros en la cueva, el gran legado de un noble pueblo. El antiguo Dragón de las tinieblas descubrió aquel tesoro desprotegido. Beowulf debe encontrar la guarida del Dragon y acabar con el monstruo antes de que destruya el resto de su reino. El Dragón de Beowulf, llevaba trescientos años en aquel túmulo protegiendo su tesoro, hasta que uno de los súbditos del rey escandinavo robó una copa de oro.

Dragón venenoso

El Dragón, enfurecido arrasó el reino. Para poner fin a la destrucción Beowulf sigue al monstruo hasta su guarida. Luché en muchas batallas en mi juventud y volveré a lucha y a vencer. Si ese Dragón osa enfrentarse a mi, si osa a salir de su cueva.

El Dragón es inmenso, escupe fuego y su mordedura es venenosa. Su piel es gruesa como una armadura, Beowulf, solo tiene una espada. Con el cuerpo lleno de veneno, su vida pronto se acaba, Beowulf, muere como un guerrero y su leyenda heroica pervive a lo largo de los siglos.

No hay pruebas concluyentes de que Beowulf haya existido de verdad, pero en 1939, aparecieron al este de Inglaterra, reminiscencias de algunos elementos del poema. El barco funerario desató y reveló sus secretos a los arqueólogos. Allí, descubrieron tesoros, armar y armaduras de valor incalculable que podían pertenecer a un poderoso rey guerrero de la era de Beowulf. Pero el objeto más sorprendente fue un casco de guerrero coronado con un Dragón dorado.

La historia de Beowulf, combina realidad y mito. Detalles históricos, reales, mezclados con criaturas sobrenaturales y hazañas sobre humanas que hacen más creíble la presencia de Dragones en la historia.

Dragón Escarlata

Esta antigua historia, fue escrita por primera vez por monjes ingleses en el monasterio de Lindisfarne. Estaban familiarizados con lo Dragones. Han visto señales, saben que se acerca un terrible destino, un destino mencionado en el libro más sagrado. Un texto que leen cada día: La Biblia y dentro de ella, el libro del Apocalipsis, que habla sobre el fin del mundo. Y apareció otra señal en el cielo, he aquí un gran Dragón escarlata que tenia siete cabezas y diez cuernos y siete coronas sobre sus cabezas. Cuando los monjes iluminaban los evangelios, los decoraban con imágenes de Dragones. Muchas de estas obras de arte siguen existiendo.

Al sur de Lindisfarne encontramos uno de los principales centros cristianos de la Inglaterra medieval, la catedral de Dorado. Fue construida entorno al sepulcro de San Cutberto Obispo de Lindisfarne. Entre sus valiosos tesoros, se encuentran dos exquisitos manuscritos iluminados. Los dos están ilustrados con Dragones.

Pues una de estas imágenes, ilustra a la perfección como el Dragón del cristianismo surge de tradiciones anteriores. Podemos ver una figura semejante a Cristo, que lleva una lanza y está de pie sobre un Dragón de dos cabezas. Es idéntico a los que vemos en los cascos anglosajones. Los Dragones que amenazaban Lindisfarne en el 793, después de Cristo, no salían de las páginas de la biblia, venían de una tierra pagana, hostil, plagada de terribles monstruos. Anunciaban a los monjes un terrorífico ataque sin precedentes en la indefensa isla de Lindisfarne. Los monjes se preparan para resistir a la tormenta.

Jörmundgander 

Pero sus túnicas no los protegerán de las fuerzas que el viento arrastra a sus playas. Fuerzas contra las que están indefensos. Son Dragones nacidos al otro lado del mar del norte, en los salvajes reinos nórdicos de Escandinavia. La tierra de los vikingos como la de sus primos anglosajones, está amenazada por los Dragones. Creen que Jörmundgander o Jörmungandr la serpiente gigante, rodea todo el mundo. Sus tierras hostiles y las costas volcánicas de Islandia, que han colonizado. No les dan motivos para creer que bajo sus pies hay Dragones que escupen fuego.

Los vikingos, tallaban Dragones en la proa de sus barcos para aterrorizar a sus enemigos. Representaban los aspectos oscuros de la naturaleza humana: Poder, Agresividad y avaricia, al igual que los Dragones, los vikingos, creían que una vida dedicada a buscar tesoros era una vida bien aprovechada.

Más de 1000 años después de la diosa Dragón de Babilonia (Tiamat), los Dragones aparecen en esta cultura guerrera. Uno de los principales Dragones de la mitología nórdica es  Fafner o Fafnir, que mató a su padre para robar su oro y ocultarlo bajo tierra. Regodeándose en su tesoro, se transforma en Dragón para protegerlo. Su hermano Regin, planea vengarse y utiliza su habilidad de guerrero para forjar un arma lo bastante poderosa como para matar a su monstruo de hermano y entregó la espada a un gran héroe nórdico llamado Sigurd.

Fafner, El Dragón con aliento venenoso en la guerra contra los Dragones

Ésta historia, está grabada en piedras por todo el norte de Europa y ha sido la inspiración de muchas obras desde óperas de Wagner hasta el hobbit y el señor de los anillos de Tolkien.

Sigurd sigue a Fafner hasta su guarida. Este Dragón no necesita fuego para matar, pues su aliento es venenoso. Pero Sigurd tiene un plan. El cuerpo de Fafnir está recubierto de escamas impenetrables, el único punto vulnerable es el vientre. Si buscaba un hoyo, se esconde y espera. El triunfo de Sigurd se hizo famoso en todo el mundo occidental. Parece imposible negar que los cristianos ingleses conocieran esta historia.

La piedra de Saint James

Al sur de Lindisfarne, en la iglesia de Saint James, se encuentra una piedra muy valiosa. Formada en la base por una cruz cristiana y está profusamente decorada con imágenes de historias bíblicas y personajes religiosos. Sorprendentemente, entre ellos aparece según un guerrero pagano devorando al Dragón. La sangre del Dragón, le confiere poderes mágicos, pero con sus últimas fuerzas Fafner, advierte a Sigurd que el tesoro está maldito, "Encontraras bastante oro para todos los días de tu vida, pero de seguro será tu perdición y la de todo aquel que lo posea". Sigurd, no hace caso y se lleva el oro en una versión germánica del mito. La sangre del Dragón, hace invulnerable al héroe, sin embargo, una hoja cubre una pequeña parte del cuerpo. Más adelante, la espada de un asesino se clava en ese punto vulnerable y la maldición del Dragón se cumple.

En la Escandinavia del siglo octavo, muchos sienten el mismo deseo de obtener oro. Los vikingos se hacen a la mar para buscar fortuna y llevan consigo a sus Dragones. Los monjes de Lindisfarne están aislados, pero conocen las historias de los temibles Dragones, los monstruos decoran sus libros sagrados y vuelan sobre su monasterio. Un terrible presagio, los vikingos, han puesto sus ojos en el indiferente. Está claro que esos son los Dragones que los monjes temen, Dragones con forma humana.

La guerra de los Dragones: Los Vikingos

Los Dragones vikingos han caído sobre Lindisfarne, utilizan tácticas de ataque y huida con veloces barcos de poco calado que llegan hasta la playa. Comienza un nuevo capítulo en la historia.

El primer ataque en Inglaterra es un baño de sangre, los vikingos saquean el monasterio. Queman manuscritos y matan o esclavizan a los monjes. Los Dragones han entrado en un lugar sagrado, han declarado la guerra al mundo cristiano.

El monje y erudito de Northumbria Alcuino de York, informa de la masacre. Nunca antes se había visto en Bretaña un horror como el que hemos sufrido ahora a manos de los paganos. Observad la iglesia de San Jaime manchada con la sangre de hombres de Dios, privada de todos sus ornamentos. El lugar más venerables de toda nuestra isla ha caído en manos de los paganos.

El ataque de Lindisfarne, tiene un gran impacto en toda la Europa cristiana. Sería el primero de muchos, los vikingos saquearon las costas desde Rusia hasta África. En Francia, los normandos crearon su propio educado. Mientras en Normandía los vikingos se convirtieron al cristianismo, pero no olvidaron sus Dragones.

En el año 1066, los normandos, invadieron Inglaterra. Esta batalla está representada en el tapiz de Bayeux. El tapiz muestra barcos normandos con Dragones en la proa enfrentándose al ejército del rey anglosajón Harold, que lleva un Dragón en su estandarte. Los normandos ganan la batalla de los Dragones y se convierten en la nueva aristocracia.

Gobiernan un país que sigue temiendo a los Dragones, así que ¿Qué mejor forma de legitimar su dominio que protegiendo al pueblo de esos monstruos? Se sumaria a la guerra contra los Dragones.

Guiverno

No muy lejos de Lindisfarne, se encuentran las ruinas de una capilla. Dentro, hay una efigie de un caballero normando, un cazador de Dragones. Se cree que la capilla se encuentra sobre un antiguo monasterio y que un obispo de Lindisfarne fue consagrado en él. Como en Lindisfarne, también sufrió el ataque de los vikingos. Alrededor de la capilla encontramos esculturas de la era de los vikingos, mitos nórdicos, Dragones.

El recuerdo de un ataque vikingo puede estar en el origen de la leyenda local del Guiverno, una bestia malvada que devora a hombres, mujeres y niños. Aunque el Guiverno sea un mito, su oponente es un hombre real. El caballero normando Ser John Conyers . Antes de enfrentarse al Dragón, se fue a la iglesia de Saint-Ouen, vestido con su armadura para rogar la protección del Espíritu Santo.

El buen caballero cristiano sabía que su deber era salvar a sus súbditos de aquel monstruoso Dragón venenoso. En la catedral de Durham, encontramos un recuerdo de la lucha de Conyers con el Dragón. Se trata uno de los pocos bracamartes que se conservan, es una espada a una mano. Ésta, es mucho más valiosa porque se dice que es la que usó Ser John Conyers para matar el Dragón.

Para un caballero como Conyers, la fama de haber matado un Dragón, podría servir para consolidar su dominio sobre sus vasallos. Según la leyenda, el rey normando, le concedió el dominio sobre Sogben en premio a su hazaña. La leyenda sigue viva y los obispos de Durán reciben el bracamarte durante la ceremonia de consagración. Un símbolo del triunfo de la iglesia sobre los Dragones.

Los Dragones: El mal del cristianismo

Después de la invasión normanda, la guerra contra los Dragones quedó vinculada a la guerra del cristianismo contra el mal. Para el pueblo británico, el Dragón estaba en el centro de todas las historias. Con el cristianismo, el arte empezó a representarlo como una bestia cazada y aplastada por los santos.

Hay una pila que es unos doscientos años más antigua que la iglesia, en la que se encuentra. Vemos en ella, unos Dragones flanqueando a una figura religiosa, que lleva un bastón y una biblia. El bastón, está clavado en la cabeza del Dragón, lo que simboliza la derrota del mal frente a la iglesia.

Paganos contra cristianos

Cuando los paganos llegaron a Lindisfarne, los monjes cristianos, estaban indefensos. Ahora hay guerreros cristianos armados con la biblia y la espada, como Ser John Conyers. Estos hombres no están dispuestos a entregar su vida al Dragón sin luchar. Uno de ellos, incluso trae un trofeo para que todos lo vean.

Durante cientos de años, el mundo occidental ha temido a los Dragones, pero ahora surge un nuevo tipo de héroe cristiano. La guerra contra el Dragón es la lucha del bien contra el mal, de Dios contra el demonio.

Por toda Europa, las iglesias glorifican a santos que matan Dragones. Para un caballero, imitar la hazaña de un santo y matar una criatura del mal, es la prueba definitiva de su devoción a Dios y de su valentía.

En 1905 el Papa convoca a todos los caballeros cristianos a la defensa de los santos lugares de la cristiandad. El islam controla el este, incluyendo la ciudad sagrada de Jerusalén. Los que mueran en la defensa del cristianismo serán considerados mártires.

Los caballeros de San Juan en la guerra contra los Dragones

Durante siglos, miles de guerreros responden a esa llamada, los caballeros de San Juan, tienen la misión de defender la isla de Rodas. Un importante bastión del mar egeo, situado entre las actuales Grecia y Turquía que debían proteger a toda costa.

Los caballeros transformaron la ciudad de Rodas en uno de los lugares mejor fortificados del mundo. Aún se pueden ver las balas de cañón en el espacio que queda entre las murallas interiores y exteriores. Recuerdo de los muchos intentos de las fuerzas islámicas de expulsar a esta orden religiosa militar. Pero los caballeros de Rodas, también se enfrentan a un enemigo en la propia isla.

La ruta de peregrinación que une la ciudad antigua con la iglesia del monte de San Esteban, se ha convertido en una carnicería. Un Dragón vive en una cueva de la montaña. Los caballeros tienen el deber de proteger a los peregrinos, así que se ponen en marcha para acabar con la bestia. Pero mueren tantos que el gran maestre les ordena volver a la fortaleza e impide que sigan intentando matar a ese Dragón, todavía hoy se conservan increíbles pistas sobre el monstruo.

En Londres, en la orden de San Juan en Inglaterra, hay una biblioteca con documentos de más de 400 años. Entre ellos, se han descubierto narraciones históricas e ilustraciones del Dragón de Rodas. En un documento se nos muestra porque el gran maestro prohibió seguir intentando matar al Dragón.

De Gozón

Los caballeros de San Juan, son valientes, pero no son rivales para el brutal Dragón. Como muestra una de las ilustraciones del siglo 19, pero hay algo más sorprendente. La descripción de la bestia, procedente de un antiguo documento: Era su cabeza como la de un caballo, pero tan ancha como la de una vaca, estaba cubierta de escamas como una serpiente. Su aliento quemaba como el fuego y la cola era como la de un cocodrilo. Su piel era dura y estaba recubierta de escamas. Dos alas membranosas y grandes dientes.

La bestia ataca al ganado, a los campesinos y a los peregrinos y los caballeros de Rodas no pueden hacer nada. Pero en las calles de Rodas hay un hermano decidido a vencer. Donde tantos otros habían fracasado. Diedode de Gozón es un experto en Dragones. De Gozón procedía de Tarascón, al sur de Francia, una ciudad con su propio Dragón legendario e incluso el nombre de la ciudad procede del monstruo "La Tarasca".

Cada año, la ciudad celebra el triunfo de Santa Marta sobre el Dragón. De Gozón regresa a Francia para practicar contra un Dragón mecánico. Se equipa con las mejores armas que puede pagar. La Tecnología ha avanzado desde los tiempos de Beowulf.

Recreación

Un especialista en artes marciales medievales se equipa con una espada de caballero con hermosa chapa de oro, un símbolo de estatus y muy afilada. También se hace con un otra de las armas medievales más poderosas, el hacha de petos muy eficaz contra armaduras. Con esta arma, es posible vencer a un enemigo de un solo golpe.

La lanza es un arma muy básica, pero muy útil para mantener la distancia con el Dragón. Permite atacar al punto vulnerable de la boca. Tradicionalmente, ese es el objetivo, la boca y la garganta.

De Gozón está listo y regresa a Rodas para enfrentarse al Dragón. La isla sufre la amenaza constante de las fuerzas islámicas. Los caballeros de San Juan, refuerzan sus defensas contra los ataques enemigos. Además, en las montañas cercanas hay un Dragón que devora a peregrinos, campesinos y animales. Los habitantes de la isla están aterrorizados.

La rebeldía de De Gozón

Pero todavía hay esperanza. El joven caballero De Gozón ha vuelto. El caballero desobedece las órdenes de sus superiores y se dispone a luchar contra el Dragón. El escenario está listo para un combate épico. Ahora, De Gozón, se enfrenta a su mayor reto. Sale de la ciudad de Rodas hacia el camino de Malpaso (llamado así porque el Dragón impedía pasar a los peregrinos.

El primer ataque es un desastre y su caballo sale huyendo. Entonces el joven caballero, debe enfrentarse al terrible monstruo solo con su espada. En un cara a cara con un Dragón de verdad, la armadura y el entrenamiento de De Gozón, no pueden ser suficiente. El Dragón enfurecido se dispone a atacar una y otra vez hasta acabar con su presa.

De Gozón, se pregunta si será su última batalla, pero... De Gozón vuelve victorioso con los otros caballeros. Ha matado al terrible Dragón de Rodas.

En la sede de la orden de San Juan en Londres, se encuentra la narración de su regreso. Esta es una historia de la orden escrita en el siglo 16 por un caballero llamado Boxio. Dice que tras la muerte del Dragón hubo una gran alegría. De Gozón confiaba en alcanzar la gloria y tal vez una recompensa por su hazaña, pero tuvo que soportar lo contrario.

El premio de la guerra contra los Dragones

El gran maestre convocó un consejo y encerró al caballero en la prisión más miserable por su insolencia y su presunción, pues había desobedecido una orden directa del gran maestre. Indicó que además le prohibió seguir utilizando el hábito, es decir, lo expulsó de la orden de Europa. El consejo no estaba de acuerdo con el gran maestro, creían que su acto de valentía merecía una recompensa, así que más tarde fue readmitido.

De Gozón, el héroe de la guerra contra los Dragones, acabó siendo el gran maestre y dirigiendo la fortaleza de Rodas durante siete años. En ese tiempo, este personaje real, construyó grandes murallas defensivas. Se dice que en la tumba de este poderoso caballero, están grabadas las palabras Draconis Extintor (El que mató el Dragón)

¿Qué sabemos del Dragón de Rodas?

Puede haber existido, también Rodas era un lugar pequeño. ¿Y si De Gozón mentía? ¿y si la gente no hubiese podido comprobarlo?

Se habría sabido, existe un documento que nos narra su hazaña. Es el siglo 14, no es un mito ni magia. Otra cuestión es saber que era ese Dragón. Se dice que De Gozón se llevó la cabeza del monstruo para que todos la viesen. Un viajero del siglo 17, afirma haber visto el cráneo colgado en la puerta de la ciudad. 200 años más tarde se confirmo qeu era el cráneo de un cocodrilo. Pudo haber escapado de un barco mercante del mar Egeo. Los cocodrilos solían matarse clavándoles una lanza en la boca, así se representa la muerte de la serpiente Apep de Egipto. Así mataron a la diosa Dragón Tiamat, así mataban sus Dragones los caballeros Europeos miles de años después.

No podemos saber si De Gozón creía haber matado un Dragón o algún otro gran depredador. Sea cual sea la verdad, su lucha con el Dragón, aparece junto a otros eventos históricos y verificables. Igual que la historia del Guiverno de Conyers, los Dragones de Lindisfarne o la historia del pagano Beowulf.

El final de la guerra contra los Dragones

El cráneo del Dragón de De Gozón se descolgó y desapareció. Una prueba histórica desaparecido de la historia. El Dragón de Rodas, descanso por fin. La guerra contra los Dragones había acabado. Los monstruosos dioses del oriente próximo, se transformaron en los poderosos Dragones del mundo germánico y aterrorizaron a los monjes cristianos de la isla sagrada. El último gran depredador de la edad media, se transformó en el símbolo del demonio cristiano. Bestias brutales casadas por santos y guerreros que acabaron desapareciendo a manos de la ciencia en una era más racional, o eso creíamos.

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Esperamos volver a verte pronto.